DEMASIADOS INTERROGANTES
La ley de internas abiertas y simultáneas fue presentada como una herramienta para reconstruir el bipartidismo. Sus consecuencias sobre las agrupaciones más pequeñas, aunque amortiguadas luego, más la fuerza centrípeta que la ley determina, apunta a la recreación de los grandes partidos y, en ese marco, a la consolidación de liderazgos a salvo de hemorragias por disidencia. Sin embargo, en los últimos tiempos han surgido muchas dudas sobre su aplicación.
Otra vez prevalecen, en estos cálculos, las conveniencias políticas y personales antes que otras consideraciones institucionales.
Y si ha sido posible votar esta ley con el Congreso anterior, dominado por el kirchnerismo, hay quienes imaginan ahora fórmulas para lograr suspender la ley por única vez tentando a los actuales dueños de las votaciones en ambas Cámaras.
Hay aspirantes peronistas que preferirían que las candidaturas se definan en la elección presidencial antes que en una puja interna.
Y hay quienes creen que Kirchner, entonces, tendría posibilidad de jugar todo a la primera vuelta, sabiendo que el balotaje le es totalmente inaccesible . Duhalde piensa lo contrario: la in- terna abierta terminará prematuramente con el intento oficialista porque se convertirá, de hecho, en la votación principal. Su razonamiento es que quien gane en el PJ, con el apoyo de la gente que irá a votar contra el Gobierno, será Presidente.
Esas hipótesis despiertan otros interrogantes: ¿cuál será la adhesión popular a esa elección pre r-via, aún siendo obligatoria? Y ¿porqué el radicalismo dejaría pasar la oportunidad de re-unirse? Las incógnitas a un año y medio de las internas son muchas. Reutemann sigue callado pero hay otros, seguros del lanzamiento del santafesino se preparan: Sergio Massa anunciará su candidatura bonaerense después del Mundial.
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