Es un modus operandi cada vez más usual en el Conurbano bonaerense.
Buscan adolescentes de entre 14 y 17 años, los entrenan para el robo de autos y asaltos a domicilios y los pasan a buscar al finalizar el ilícito.
LEONARDO NIEVA
Jorge Vázquez tiene 42 años.
Según la Policía, sería el líder de una banda que robaba en la zona sur del Conurbano con una llamativa particularidad: reclutaba a menores de 14 a 17 años para que llevaran a cabo los golpes que él mismo planificaba.
Oscar Pérez Graham tiene la misma edad. Es el único prófugo en la causa que investiga el crimen de Santiago Urbani, el joven de 19 años asesinado el 9 de octubre del año pasado en Tigre. Pero además, se lo acusa por una serie de atracos en la zona norte, todos ellos bajo la misma modalidad que en el caso anterior.
“No sé si se trata de un modus operandi habitual, pero últimamente hemos detectado varios casos”, revela a PERFIL el comisario mayor Pablo Otero, jefe de la Departamental Quilmes, y a cargo del operativo que el miércoles pasado posibilitó la detención de Vázquez.
¿Cómo operan estos grupos? Según manifiesta otro jefe policial consultado para este informe, la participación de menores en bandas organizadas es bastante “común” en los grupos delictivos que se dedican a levantar autos en la vía pública.
De hecho, a fines del año pasado fue el propio ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, quien provocó un enorme escándalo al denunciar que los crímenes de la catequista Renata Toscano, la docente Sandra Almirón y la bioquímica Ana María Castro, asesinadas entre el 17 de noviembre y el 6 de diciembre del año pasado, habrían sido instigados por ex policías que reclutaban a los menores que después ejecutaban los golpes.
En el caso de Daniel Capristo, el camionero asesinado en abril del año pasado en la puerta de su casa de Valentín Alsina, también sobrevoló la hipótesis de una banda que utilizaba mano de obra adolescente.
Cerebros. Vázquez, el presunto “reclutador” que operaba en la zona sur, manifestó en sede policial que él es un simple “remisero”. Con esa excusa –deducen los investigadores– pretende despegarse del robo que el miércoles pasado protagonizaron tres menores de 14, 15 y 17 años en una casa de la calle Alem al 200, en Florencio Varela, donde tomaron como rehén a una joven de 14 años.
“Está prácticamente probado que él –por Vázquez– daba todas las directivas para que los menores concretaran los golpes”, dijo a este diario un investigador.
Oscar Pérez Graham, conocido como “el Flaco”, dedicó casi toda su vida al delito.
La primera causa en la que aparece su nombre data de la década del 80.
Estuvo preso nueve años y ocho meses entre 1991 y 2007. Si bien se trata de un ladrón con probada reincidencia, nunca pasó más de cuatro años consecutivos en prisión, y casi siempre terminó siendo beneficiado por los jueces de turno.
El 25 de julio de 2009, tres meses antes del crimen de Urbani, estuvo preso en la Comisaría 1ª de Escobar, imputado por “robo automotor” en la causa Nº 1789. “Estamos frente a un delincuente que podría gozar de cierta protección”, advierte a PERFIL el abogado de la familia de Santiago Urbani y ex ministro de Justicia bonaerense, Jorge Casanovas.
El Flaco es el único prófugo que tiene la causa Urbani.
Según la declaración de Emiliano, uno de los tres detenidos, el 9 de octubre Oscar lo pasó a buscar por la casa de un amigo “porque tenía un trabajo para hacer”.
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