domingo, 7 de marzo de 2010

CLARIN: CREEN QUE POLICIAS PROTEGIAN A LA BANDA QUE MATO A UN JOVEN

Lo aseguran testigos clave de la investigación
UN CASO JUDICIAL QUE SIGUE ABIERTO

Santiago Urbani fue asesinado en su casa hace cinco meses. Por el caso están detenidos un hombre y dos adolescentes que integraban una banda con "protección policial", según detalles del expediente.

Héctor Gambini / Alejandro Marinelli

A las cuatro y media de la madrugada, Gabriel, que acababa de llegar a su casa de Garín, en Escobar, vio que un Chevrolet Corsa azul entraba a la cuadra donde vive. Conducía Darío, un vecino que estacionó y bajó junto a otras dos personas. Estaban a pocos metros, exactamente frente a la casa del conductor. Darío y los otros empezaron a bajar bultos. Lo hicieron durante algunos minutos, hasta que terminaron y los que acompañaban a Darío se fueron con el auto. A Gabriel esto le llamó la atención: "Me pareció raro que no venía ningún patrullero, porque por lo general cuando Darío llega a la casa con algún auto, atrás viene la Policía y luego se va... pero esta vez no apareció nadie... Eso era extraño". También dijo: "Entre las cosas que vi bajar en la casa de Darío recuerdo que había una guitarra eléctrica".

El fiscal Andrés Zárate siguió buscando y llegó al testimonio de María, una amiga de Darío: "El viernes a la noche estaba en la esquina de la casa de Pipi y le avisan a Darío que el auto ya estaba.

Darío me dice que se va a trabajar, pero en realidad sale a robar. Estaba con una escopeta calibre 20 que le compró a un tipo del campo. Es una escopeta negra a la que le cortaron el caño y dispara un solo tiro. Lo pasaron a buscar en un Renault 18 rojo. Esa noche no lo vi más. Al otro día fui a la casa de Pipi y Darío me mostró que en una cámara digital tenía fotos del chico muerto. Que se llamaba Santiago, por lo que decían en la tele. Darío tenía más cosas. Plata y un celular negro que estaba manchado con sangre. Recuerdo que había una guitarra eléctrica que la pintaron con aerosol negro. Darío me contó directamente que había matado al chico, que se resistió y le pegó un tiro con la escopeta. Darío después del hecho se cortó el pelo y los que andaban con él también hicieron lo mismo. Yo tengo contacto con él a través de los que lo están ayudando a esconderse, pero sé que Darío está en unos cuartos que están en una isla de Zárate. Darío y los que andan con él cuentan con protección policial...".

El Corsa azul fue robado a una familia en Tigre. Era de Santiago Urbani, el chico que aparecía en las fotos de la cámara digital robada. El dueño de la guitarra eléctrica y del celular negro manchado con su sangre. Antes de matarlo de un escopetazo -durante la madrugada del 10 de octubre pasado-, los ladrones llegaron en el Renault 18 rojo que habían robado esa misma noche y que después dejaron abandonado en el lugar del hecho.

Al Corsa lo prendieron fuego antes del amanecer, cuando la Policía aún no había aceptado tomar la denuncia a la esposa del dueño del Renault 18 robado.

Darío y Pipi tienen 17 años y, junto a otro detenido de apellido Herrera, serán juzgados por el asesinato que hace cinco meses conmocionó a toda la zona norte del conurbano. Aquel crimen feroz, cometido adentro del cuarto de la hermana de Santiago, en una cuadra de Tigre que debía ser vigilada por los policías de un patrullero que, en cambio, estaban durmiendo.

Pero el expediente deja más hendijas donde meterse. A raíz de testimonios como los de Gabriel y María, la Justicia investiga la protección policial a la banda que cometió aquel asesinato resonante.

Y más: el caso de un homónimo de uno de los miembros de la banda, detenido por la Policía durante más de dos meses siendo inocente, mientras la banda seguía robando en la zona (ver Un inocente...).

Por el caso está prófugo a quien fuentes judiciales consideran el jefe. Oscar Alberto Pérez Graham tiene 42 años y siempre se movió en la zona de Ingeniero Maschwitz, Escobar y Garín. Los
testigos del barrio en el que viven Pipi y Darío lo llaman "Gordo" o "Pelado". Señalan que es quien consigue los autos para ir a robar y que "cobija y protege a los pibes si algún asalto salió mal". Su prontuario 621.059 del Servicio Penitenciario tiene anotadas causas por asociación ilícita y robos reiterados en 1988; casos por robos de autos y abuso de armas en 1991 y 1995; otro robo de un vehículo en 1999 y más robos calificados. Hay datos acerca de que vive en una quinta de Benavídez, pero la Policía Bonaerense no puede encontrarlo.

Otro conocido que estuvo con el grupo antes de que fueran a lo de Urbani sotiene que Pérez fue "el que tuvo la idea de cometer el robo y pasó a buscar a Darío y Pipi".

Además de la investigación judicial, hay otras dos que lleva adelante Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense. Allí fueron desafectados los policías que se quedaron dormidos aquella noche, y además -confirmó anoche a Clarín un vocero- se investiga si hubo una zona liberada.

ENTREVISTA A LA MADRE DE SANTIAGO URBANI
"Sentís que se va tu vida con él"

Está sentada en el living de su nueva casa, en un country no muy lejos de donde vivía cuando mataron a su hijo.

Tiene unas medallitas colgadas en el pecho. Sobre la chimenea hay tres fotos de Santiago. La última es una impresión de la foto que recorrió las páginas policiales. "No me gusta esa foto. El era mucho más lindo y sonriente que como salió ahí", comenta Julia Rappazzini mientras toma un paquete de cigarrillos y busca detalles en el expediente que tiene su abogado, el ex juez de Casación Jorge Casanovas.

Señala la laptop que está sobre la mesa y comenta que está "demasiado pendiente de las noticias", en especial cuando detienen a algún ladrón en el norte del conurbano. A pesar de que hay tres detenidos por el crimen de su hijo, hay un prófugo y dice que lo único que quiere es verlo preso. "A esta altura no tengo dudas de que Pérez Graham goza de protección policial. A Stornelli le pido que desmantele la policía de Garín y que garantice que las bandas como ésta no tengan más zonas liberadas, porque eso fue lo que pasó con mi casa".

Cuando se le pregunta por los que fueron detenidos -cuyas causas fueron elevadas a juicio oraldice mirando a los ojos: "No soy como ellos, no quiero que los maten. Ellos no tuvieron el derecho de hacerlo con Santiago y yo tampoco quiero hacerlo. Pero deseo y voy a luchar para que les den la máxima pena". Y agradece "toda la ayuda y contención que nos da el intendente de Tigre, Sergio Massa".

A pesar de que por momentos parece muy firme en lo que dice, las lágrimas se le cuelan entre algunas frases. Recuerda el momento en que fue a buscar a su hijo en el cuarto donde había quedado tirado y le cuesta hablar.

"Lo tuve dos minutos en mis brazos antes de que se muriera. Nadie puede saber lo que te pasa en ese momento, sentís que se va tu vida con él", relata.

El marido de Julia murió en 2003, por un coágulo en la cabeza producido tras una salidera bancaria. Ella recuerda que antes de eso, en 2001, él le propuso irse del país con los chicos. Pero ella le dijo que no, que quería quedarse trabajando acá, en un hospital público donde era jefa de laboratorio. "En ese momento pensé que había que dar una mano en Argentina. Pero quizás, si nos hubiéramos ido, él y Santiago hoy estarían vivos".

Un inocente detenido


El 24 de julio, Pipi, Darío y Emiliano Herrera, los tres acusados del crimen de Urbani, entraron al country La Arboleda, de Garín. Se llevaron joyas, dinero y tarjetas de crédito. A los pocos días, por el robo fueron detenidos los menores (liberados enseguida) y un homónimo de Herrera, que era inocente. Este estuvo más de 2 meses preso y su abogado denunció que le plantaron pruebas (los policías que fueron a su casa dijeron haber encontrado unos tickets de las tarjetas de las víctimas). Mientras tanto, el otro Herrera y los menores siguieron robando hasta la noche del asalto en lo de Urbani.

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